El Gobierno de España ha aprobado la normativa que regula la expedición, gestión y desarrollo del documento nacional de identidad (DNI) tanto en su versión física como, por primera vez, en formato digital para dispositivos móviles. La nueva modalidad permitirá a los ciudadanos acreditar su identidad mediante la aplicación MiDNI instalada en sus teléfonos con las mismas garantías de seguridad y validez jurídica que el documento físico.
La implantación del nuevo sistema se realizará en dos fases diferenciadas. La primera fase, que comienza mañana, permitirá utilizar el DNI digital únicamente para identificación presencial en trámites jurídicos o administrativos ante entidades públicas y privadas. Durante esta etapa inicial, el documento digital no servirá para acreditarse en Internet ni para cruzar fronteras o utilizarse en el extranjero.
La normativa establece un periodo de doce meses para que las entidades públicas y privadas adapten sus sistemas al nuevo formato digital. Una vez finalizado este plazo, comenzará la segunda fase, en la que todas las organizaciones estarán obligadas a aceptar la versión digital del DNI. A partir de ese momento, el documento también podrá utilizarse para gestiones telemáticas, firma electrónica y operaciones a través de Internet.
El DNI en formato físico seguirá existiendo y no será sustituido por la versión digital, estableciéndose un sistema de convivencia entre ambos formatos. Entre los usos prácticos del nuevo documento digital se incluye la posibilidad de votar, abrir una cuenta bancaria, suscribir un crédito hipotecario o recoger paquetes en Correos.
El proyecto ha sido desarrollado por el Ministerio del Interior dentro del Plan de Identidad Digital, con la colaboración de la Policía Nacional y la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Con esta iniciativa, España se une al grupo de países europeos que ya disponen de sistemas de acreditación de identidad a través de dispositivos móviles.